Friday, November 24, 2006

arquitectura abierta: porqué

El desarrollo de los medios digitales y de su aumentado alcance al público medio ha generado nuevas conductas en el consumo de la cultura. Como ningún otro medio de comunicación internet[1] los es todos al mismo tiempo. La versatilidad de este soporte digital admite, desde los formatos más tradicionales que supimos leer en papel hasta experiencias multimedia que simulan la vida detrás de la pantalla e incluso favorece la aparición de versiones remasterizadas de clásicos, como el diario personal, en forma de blog[2].

La tecnología se ha puesto a nuestros pies (o nos ha puesto de la cabeza) y nos abre un nuevo mundo de comunicaciones y relaciones interpersonales. Ya no es excluyente tener el don del discurso, ser el rey del chamullo, tener un alto autoestima, o, en su defecto, el carisma exacerbado artificialmente, para entablar conversaciones con gente de otro extremo del planeta y tratar con multitudes. Nos animamos a más porque siempre nos dijeron que hay gente para todos los gustos y las relaciones cibernéticas nos acercan potencialmente y de modo indirecto a todos los que comparten nuestros mismos intereses o que puedan interesarle los mismos. Esto que en palabras suena a redundancia, en efecto, denota una sutil diferencia. La gran accesibilidad y facilidad para compartir información vía internet es la clave para entender la revolución cultural que implica. Desde el punto de vista publicitario, claro está, la red es un fenómeno estupendo. Los beneficios y aplicaciones en otras áreas pueden ser menos evidentes, pero siempre harto interesantes.

Como arquitectos y diseñadores nos urge estudiar la aplicación práctica de estas herramientas digitales en la búsqueda de métodos proyectuales alternativos que den cuenta de la nueva conectividad. La sabida riqueza de los trabajos grupales e interdisciplinarios y el ineludible compromiso de nuestra disciplina con la satisfacción del usuario, junto con el elevadísimo interés que manifestó la gente de producir y participar sus creaciones y opiniones, nos hace pensar en la constitución de una red de diseño participativo que genere nuevas dimensiones de conocimiento proyectual.

Nos proponemos la construcción de un juego proyectual interactivo, como forma de arquitectura abierta <>, que fomente el desarrollo de la producción cultural y creativa mediante el intercambio de conocimiento, generando mayor sensibilidad a otros puntos de vista y una estrecha comunicación entre diseñadores y el objeto de diseño. El objetivo del mecanismo del juego, serio por cierto, es trabajar en la fase conceptual estableciendo las premisas básicas del diseño y producir esquemas rápidos e informativos de organizaciones programáticas y espaciales.


[1] Red informática mundial, descentralizada, formada por la conexión directa entre computadoras u ordenadores mediante un protocolo especial de comunicación.

[2] Según Blogger: “Un blog puede definirse de forma sencilla como un sitio Web donde el usuario escribe periódicamente sobre cualquier tema. Un blog es un diario personal. Una tribuna de orador. Un espacio de colaboración. Un estrado político. Una fuente de noticias impactantes. Una colección de vínculos. Un medio para expresar sus opiniones personales. Comunicados para todo el mundo.”

Sunday, November 19, 2006

derivaciones sistémicas


seminario representación
plan de trabajo

a. registro: color
área: juan b. justo entre gorriti y libertador.
mecánica de registro:
fotografía > caminando por ambas veredas sacamos fotos hacia las fachadas de cada lado. Tomamos las fotos con un intervalo de 15 segundos para conseguir una muestra pareja de las cuadras a registrar.
tratamiento de las fotos >
01. armamos tiras organizando las fotos en secuencia.
02. asociamos cada muestra de color a un color básico: amarillo, rojo, azul, verde y gris.
03. armamos una secuencia lineal de frecuencias y intervalos de aparición de cada color.
b. testeo de material:
estrategias operativas: trabajamos con tiras de manguera transparente formando círculos unidos con nudos del mismo material para probar distintas configuraciones del campo homogéneo. Probamos distintas opciones para modificarlo según variables de repetición y diámetro:
= diámetro, > cantidad
> diámetro, > cantidad
= diámetro, cantidad libre
> diámetro, = cantidad
diámetro libre, = cantidad
c. interrelación registro – testeo
Vinculamos la variable frecuencia del registro del color a la repetición de círculos. A cada línea de frecuencia de cada color corresponde un círculo de manguera del mismo color. El cómputo de líneas se hace por cuadras, generando un ábaco de colores que varía en cantidad según la frecuencia de aparición del color en cada cuadra.
conclusiones, porqué el color
Si clasificamos el color según su permanencia en el tiempo encontramos una correspondencia con el tipo de ocupación: residencial, comercial y público.
clasificación temporal del color
permanentes > son aquellos que permanecen en el tiempo: materiales nobles de construcción colores asociados: grises, marrones, rojizos
transitorios > tienen carácter modificable: pinturas, revestimientos, graffiti colores asociados: azules, amarillos, naranjas, rojos
efímeros > son modificables pero su duración es más breve : carteles publicitarios colores asociados: amarillos, rosas, verdes, azules
pasajeros > se relacionan con el movimiento: flujo de personas y de tránsito, luz, sombra, cielo.
clasificación funcional del color
Observamos que los colores más vivos y saturados son usados en toda la franja como recurso publicitario, usado directamente en carteles y afiches de publicidad e indirectamente en locales comerciales. Asimismo, los colores más neutros y apagados se asocian a edificaciones de oficinas y viviendas. El verde se asocia casi exclusivamente a los espacios públicos de recreación.

escuela: modelo para armar

sobre lo público

seminario paisaje
plataforma de investigación

Consideramos que la ciudad -como nuestro hábitat por antonomasia- y una escuela de arquitectura -como semillero del pensamiento colectivo sobre lo espacial y lo urbano- son organismos vivos que deben alimentarse y repensarse recíprocamente.

Si bien ciudad y escuela responden a escalas de intervención diferentes -urbana y arquitectónica, respectivamente- tienen en común un compromiso de carácter público. Comparten la necesidad de ser abiertas, en multiplicidad de actores e intereses, y de ser flexibles, capaces de absorber las variaciones de los procesos de crecimiento y transformación (urbano, académico, social). Asimismo, desde la perspectiva sociológica de Lewis Mumford, la definición de ciudad -como un lugar en el cual se condensa la tradición social y donde las posibilidades de continuo intercambio e interacción elevan a un alto potencial las actividades humanas- bien puede aplicarse a nuestro ideal de escuela.

Creemos que una escuela es donde se generan y viven las expresiones culturales, donde la formación del individuo logra encauzarse positiva y constructivamente hacia el desarrollo de una visión amplia y extensible y donde se nutre la materia que garantiza un ciudadano pensante y activo. De estas percepciones trasciende que la escuela tiene una responsabilidad fundamental- como lugar de encuentro y de intercambio- en la generación de vida y significación urbana.

Nuestro proyecto pretende conseguir la integración escuela-ciudad, ciudad-escuela en una zona en pleno auge de crecimiento, aunque fragmentada por una infraestructura ferroviaria en desuso, vías de circulación rápida, y por la superposición de intereses privados y estatales en la definición del destino de las tierras en cuestión. Proponemos trabajar en paralelo las necesidades programáticas de la ciudad -para la rehabilitación de la franja de Juan B. Justo entre Santa Fe y Córdoba- y las de la escuela de arquitectura, para su implantación y la configuración de su funcionamiento ideal; entendiendo las limitaciones de escala, involucrando abiertamente los protagonistas de cada proceso y operando ahí dónde se cruzan los dos programas: el espacio público.

Para conseguir esta integración, nos valemos del supuesto que entiende el espacio público como referente clave en la construcción de una identidad común. Paralelamente, y con el mismo anhelo de generar lazos de pertenencia y apropiación del lugar, nos interesa abrir caminos de participación para la intervención activa en la creación, la gestión y la experiencia sensible del lugar en donde vivimos.

La voluntad de crear lugares de encuentro e intercambio públicos para la difusión de la cultura y reflexión sobre los valores comunes de nuestra sociedad, hace necesario pensar en vías participativas para la intervención abierta en los mecanismos de decisión y definición del espacio público. De esta manera, nos embarcamos en una metodología de trabajo que aborda lo público como posibilidad constructiva en el marco de un sistema interactivo.